La historia del anís de Constantina surge, debido a que siempre ha sido tierra de viñedos. Ya desde antiguo, los romanos apreciaban tanto este vino, llamado por ellos cocolubis, que se lo llevaban a Roma.
A finales del siglo XVI, hay tal producción de uva que, los excedentes de vino son transformados en alcohol, y es cuando empiezan a surgir las primeras industrias de anís. En el quinquenio comprendido entre 1898-1903 existen en Constantina doce fábricas de anisados con una producción anual de 291.270 litros.
Posee Constantina un agua de venero que, debido a sus cualidades organolépticas, carente de sabores extraños, hace que se produzcan en esta bella y tranquila localidad, hoy en día comprendida dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, unos aguardientes exquisitos que le darán fama internacional.
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Destilerías La Violetera, es una empresa poseedora de una tradición que data en Constantina desde finales del siglo XVI que, D. José García González supo mantener y gestionar al crear su propia industria, LA VIOLETERA en el año 1.961 en honor a Sara Montiel cuyas etiquetas representan la carátula de la película y al poco tiempo adquirir los derechos de dos marcas antiguas de tradición en Constantina como fueron Anís Padre Benito y Anís Del Abuelo, ambas proveedoras de la Real Casa.
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Anís Padre Benito se fundó en el año 1.890. Ésta fué premiada con DIPLOMA DE HONOR en la EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE PARÍS DE 1.900 y exportaba sus productos al continente americano, junto con otras muchas fábricas de Constantina que rivalizaban por llevarse los mejores premios en cuantos certámenes y concursos asistían, lo que les llevaba a conseguir una alta calidad de sus productos.
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Anís del Abuelo, marca que también adquiriera La Violetera, se fundó en 1.911 por D. Carlos González Vilardel y fué el primero en comercializar la «CREMA DE GUINDAS», licor que forma parte de la gastronomía autóctona de Constantina, que maceraban y maceran de forma casera los lugareños, pero este fabricante decidió comprar guindas, guindas que, Constantina siempre ha producido, introducirlas en aguardiente en su fábrica y elaborarla a nivel industrial. Tuvo tanto éxito que en los bares para que le sirvieran una copita de este licor, se pedía como un «Don Carlos».
Anís La Violetera ha recibido una ayuda de la Unión Europea con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural relativa al Provecto AESENA, el cual tiene por objetivos proporcionar un asesoramiento particularizado a empress establecidas dentro de los Espacios Naturales Protegidos para la mejora de sus resultados económicos y medioambientales.
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